Cada vez que veo, cada vez que manejo mis pensamientos, cada vez que trato de evitar el cansancio, mis ojos se cierran, cayendo con mis parpados los músculos que más ocupo… todos. Dejo de pensar por un instante, dejo de activar mis neuronas y mi cuerpo es llamado a la muerte, es llamado al sueño donde la mente no necesita mover manos ni pies, donde la mente es eterna, libre de preocupaciones que son inherentes a nuestro organismo que es tan sólo una etapa de la mente. La mente funciona a la par con el cuerpo, pero si hay daños en el cuerpo, la mente no los siente, se siente en una sola área, el área afectada… podemos decir que la mente es el motor, es la M.E.D.U.S.C. la que nos da alegrías y tristezas, la que nos da nostalgia y amargura, la que nos produce querer y odiar, la que nos protege de lo malo y lo más malo, que se ocupa de todo mientras nosotros descansamos, la que cura nuestras heridas mientras nosotros nos preocupamos por descansar y buscar ayuda científica, la que nos pone la película más real que veremos cada vez que cerramos los ojos por la noche, la que nos da las más grandes seguridades y también las más grandes dudas. El cuerpo es sólo una etapa… y lo repito y recalco, el cuerpo es sólo una etapa, la mente es eterna.
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