Cuesta mirar con exactitud cuando se concentra la visión en lo que nos interesa, es natural tener gustos por lo tanto es natural alejarse de la vista exacta. El ojo que tenemos sirve para ver nuestra realidad superficial, lo cual nos priva de conocer realidades paralelas. Todo a su tiempo, hay que disfrutar el camino mientras se avanza, aquellos que se mentalizan en la meta y corren tras ella, dejan pasar detalles que podrían ser provechosos, aquellos que se quedan mirando los detalles pueden perder la orientación, aquellos que saben combinar la concentración y los ideales, han de aprender que el tiempo no existe como ya lo he dicho anteriormente. No hay resentimientos cuando se aprende a valorar la paz, querer la paz no es valorarla. Los barcos más veloces son aquellos que conocen el mar, darle vida a un barco es una estupidez pero considerar al mar como la vida más extensa en la tierra es respetar y ser respetado.
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