Donde nacemos y donde morimos, habitan sus estados, resultan sus medidas, respiran sus bacterias, nacen sus juegos, beben sus animales, necesitan sus concepciones desentendidas.
He escrito sobre ellos tantas veces que siempre saco algo nuevo, sacando el jugo se llama la dinámica subversiva.
Si me vieran escribiendo esto, de seguro no me verían, escondite lingüístico se llama la dinámica.
No hay historias más falsas que aquellas perturbadoras de la verdad y alentadoras de la mentira, madres robustas del secreto y roedoras del equilibrio natural. Púdranse como fruta fuera del refrigerador, Os maldigo con la lanza más espesa de repudio, saben que su camino llega hasta el final como todo lo que trasciende y si eres parte del universo, no hay donde huir.
La ley del karma sabe donde actuar y lo que han tejido en este corto tiempo, no se borra.
Saluden a su destino desde su inferioridad, ellos saben que ustedes no han sabido amar la vida y lo que tenga que suceder, aceptémoslo. No me siento desafortunado, pero eso no me hace olvidar totalmente que hay gente desafortunada que también llora cuando un pariente se muere.
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domingo, 18 de abril de 2010
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